“Puede decirse que los jóvenes que experimentan
los mismos problemas históricos concretos
forman parte de la misma generación”
Karl Mannheim
“un fumador es prisionero de su propia pipa”
René Magritte
. Sobre lo generacional…
Cuando en el año 1928, René Magritte daba a conocer su emblemática obra La traición de las imágenes (más conocida por su famoso texto inscrito: “Ceci n´est pas une pipe” o “Esto no es una pipa”), el sociólogo Karl Mannheim publicaba El problema de las generaciones. Estos eventos, aparentemente desconectados, los he tomado como pre-textos de la exposición “Esto no es una de-generación”. ¿Por qué…?
Estas dos referencias se cruzan, extrañamente, al reconocer que el “Esto no es una pipa” de Magritte, apela a un irónico y a la vez simbólico cuestionamiento del paradigma de “representación” mimética de la realidad, que las artes visuales legitimaron desde el Renacimiento; y por otro lado, el libro sobre lo “generacional”, Mannheim lo propuso como un enfrentamiento implícito al modo en que había sido abordado el tema de las continuidades, confrontaciones y rupturas de lo “generacional” desde el positivismo sociológico mecanicista a finales del siglo XIX.
Sin embargo, en el caso específico de esta exposición, el “esto no es una de-generación” se apropia del texto de Magritte, pero proponiendo un giro que torna aun más ambivalente esa frase y sus posibles significados mismos, pues alude al término “de-generación” en referencia a la cercanía temporal o aparente comunión de intereses estéticos y temáticos de los artistas convocados en la exposición, pero a la vez negándolos ambiguamente a través de un prefijo y guión (de-) que apela a la desestabilización y de cierta manera a la de-construcción de lo generacional mismo…
Las investigaciones teórico-contextuales sobre los fenómenos generacionales, han tenido autores y pasado por algunas épocas claves, sobre todo en el siglo XX. Así, se reconoce que los estudios del filósofo español Ortega y Gasset, junto a los referidos del sociólogo Mannheim, resultaron claves para redefinir las interacciones -continuidades, cambios, rupturas- de los vínculos inter-generacionales. De ese modo, en su clásico ensayo La idea de las generaciones, Ortega y Gasset expuso que las personas nacidas en la misma época, compartían por lo general una similar “sensibilidad vital”, casi siempre opuesta a la generación previa y a la posterior.
Por otra parte, la década de los 60´, manejó una noción de “vacío y conflicto” generacionales, muy a tono con los radicalismo y pretensiones utópicas de ese momento histórico. Y en el momento actual, con la aparición de los intercambios virtuales de la llamada “sociedad-red”, lo generacional ha sido más visto desde el cambio de actitudes, competición y adaptabilidad con respecto a esas tecnologías y esos espacios de interacción virtuales, que las anteriores generaciones manejan de forma limitada o poco familiar, a diferencia de las más recientes.
No es casual, entonces, que si anteriormente (tanto en el ámbito político o sociológico, como en el cultural o artístico) se manejaban los vínculos generacionales a partir de referencias de años importantes o claves -generación del 98 o del 27, por ejemplo- y en otras ocasiones, a través de manifiestos políticos, estéticos o justamente generacionales; en la actualidad, dada la escasez de rupturas o cambios precisos, delineados, los estudios generacionales se corresponden más bien con letras del alfabeto y algunas connotaciones simbólicas que los rodean.
Así, suele referirse una llamada generación X, que comprende a aquellas personas nacidas entre los años 60s´y 70s´, y que se caracterizaría por ser relativamente apática, vinculada a la TV como medio masivo y afiliada, de forma todavía parcial, al uso de algunas tecnologías. Por otro lado, para estudiar algunas características de los nacidos en los años 80s´ -a la cual pertenecen buena parte de los artistas de esta exposición- se habla de una generación Y, apegada más directamente a las tecnologías (computadora, internet y otros equipos de comunicación recientes), a los que esa generación le da un uso permanente, tanto a nivel profesional como recreativo. Por último, se habla en la actualidad de una llamada generación Z, para aquellos nacidos entre años 90´s del siglo pasado e inicios del siglo XXI, más plenamente conectados a nivel tecnológico y muy cercanos al fenómeno del llamado “cyborg” (hombre-máquina).